AL PUEBLO DEPORTIVO Y AL PUEBLO PERUANO EN GENERAL.
Hace casi 18 meses
empezamos recorrer un camino que ha estado sometido a duras pruebas y
que ha tenido satisfacciones y sinsabores, pero que nos deja la
sensación de estar avanzando y que estamos construyendo, juntos, un
espacio para la esperanza.
Al iniciar este proceso dijimos que teníamos que ser conscientes del
lugar que el fútbol peruano ocupaba en el contexto futbolístico
sudamericano y que solo a partir de ello, podríamos aspirar a mejorar.
En ese marco empezó nuestro trabajo, explicando a la afición que el
camino sería largo y que lo primero que necesitaríamos era recuperar el
respeto, lo que no se lograría sin buenos resultados. Para lograr esos
primeros buenos resultados, planteamos trabajos semanales que nos
permitieron ir conociendo la base de jugadores con la que podíamos
contar y sobre la que debíamos perfilar nuestra idea de equipo, la que
empezó a plasmarse en encuentros amistosos cuyos resultados, hicieron
que la afición empezara, nuevamente, a creer.
Posteriormente, la participación peruana en la Copa América
permitió transformar esa incipiente credibilidad, en respeto, ya no
solo del pueblo peruano, sino de todo el contexto futbolístico
continental. Sentirnos generadores de una felicidad que el pueblo
peruano merecía hace largo tiempo y contemplar cómo la alegría se
reproducía a lo largo y ancho del Perú, sobre todo entre quienes nunca
habían vivido una experiencia como aquella, nos sigue generando
satisfacción, pero sobre todo, compromiso.
Con ese compromiso en mente, iniciamos hace poco, nuestra participación en el torneo clasificatorio a Brasil 2014 con algún buen resultado y otros no deseados, pero con actuaciones que nos permiten creer que, si logramos mejorar cuanto podemos, es posible aspirar a lograr el objetivo.
Por todo ello, al cerrar el año, queremos agradecer a la gente, el
aliento y el respeto y decirle que su apoyo, su presencia, su alegría,
su confianza, su reclamo, pero sobre todo su esperanza, nos estimula y
nos inyecta fuerza y optimismo.
Si la unión que hoy existe entre el pueblo deportivo del Perú y la Selección Nacional,
se mantiene y a ello, le agregamos la posibilidad de reunir a los
jugadores que por una u otra razón no han podido estar y con su
participación consolidamos el equipo, la clasificación al Mundial será
ya no solo posible, sino probable.
El camino es largo aun y tenemos mucho trabajo por delante para mejorar y estar en aptitud de lograr el ansiado objetivo. Llegar a la meta no será cosa de magia, sino producto de mucho trabajo, seria disciplina y total voluntad.
Cada instante previo a un partido, cuando en medio del vestuario nos
reunimos para ofrecer nuestro trabajo a Dios, pensamos en los rostros
de nuestras familias, nuestros hijos, esposas, padres, hermanos, amigos;
junto a ellos, en un instante fugaz pero a la vez eterno, sentimos el
aliento de treinta millones de corazones rojiblancos
y como por arte de magia desfilan ante nosotros los rostros que nos
saludan por la calle, los que lloran de alegría y de tristeza, los que
tienen fe en nuestro trabajo, los que nos escriben, los que esperan un
buen resultado, los que siguen creyendo cuando aun cuando las cosas no
salgan como esperaban.
Más del 70% de los 30 millones de peruanos, nunca vio al Perú en un
mundial y sueña con que la primera vez que pueda hacerlo sea en Brasil,
en el 2014. Que ustedes crean en nosotros, en nuestro trabajo,
en nuestro compromiso, en nuestro esfuerzo, nos ayuda a consolidar la fe
y la esperanza, pero sobre todo, nos hace sentir que siempre hay un
convocado oculto en la lista: El Perú.
*FELICES FIESTAS PERÚ!!!
Comando Técnico de la Selección Peruana de Fútbol*
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