sábado, 27 de agosto de 2011

"Er Conde Jones": una absurda parodia venezolanizada

Si Steven Spielberg viera Er Conde Jones no entendería nada. La ópera prima de Benjamín Rausseo, que se estrenó ayer en 45 salas del país, es una absurda parodia venezolanizada de aquella saga de aventuras que inició el director norteamericano en los 80.

Ahí, en la versión del comediante, al que sólo le faltaba hacer cine, "Er Conde del Guácharo" interpreta a un primo hermano lejano de Indiana Jones. Rausseo no sólo actuó; también escribió, produjo, dirigió y compuso la música del largometraje. Ya lo había dicho el propio personaje: él hace todo, menos vender su cuerpo.
La trama del filme es simple: encontrar la bola criolla de cristal ante que Er General Macario (Gonzalo "Chile" Veloz), quien la busca para ganar las próximas elecciones. Ahí radica gran parte del humor de la película: en las referencias directas al gobierno. El resto son bromas de clara inclinación sexual, que -pese a la ausencia de groserías- ponen en duda aquello de ser una producción para toda la familia. Aunque ese tipo de tabúes siempre provocan risa, claro está.

No es Bond, es Jones
Er Conde Jones recuerda a los unitarios para televisión que Rausseo hizo a mediados de la década de los 90. Aquellas Condeaventuras que transmitió Venevisión. Y la idea es esa: retomarlas si esta película tiene el éxito de taquilla necesario para poder hacer otras dos. El propio protagonista lo anuncia en el largometraje: el próximo proyecto sería Er Conde Bond.

Cinco idiomas, seis países, un cúmulo de humoristas que completan el elenco: Juliet Lima, Honorio Torrealba Jr, Rodolfo Drago, "Chile" Veloz, Erika De la Vega, Luis Chataing, "Moncho" Martinez y Samir Bazzi, entre otros. Er Conde y sus amigos, podría decirse.
Todos estos actores se alternan entre escenarios de Egipto, Francia, Líbano, Jordania, Siria y Estados Unidos. Ver a Rausseo caminar en traje y alpargatas por las calles de Nueva York es la perfecta representación del largometraje. Criollismo puro en medio del llamado Imperio.
Algo obvio: aquel que se acerque a las salas sólo debe buscar humor. Y lo va a encontrar por momentos en la casi hora y media que dura el filme. A los fanáticos de Er Conde le bastará. Y, como una de las canciones que conforman la banda sonora que el mismo Rausseo compuso, Er Conde Jones es como "hacer un sancocho con pellejo de cochino". Será el público el que, tras probarlo, dirá si les gusta o no el invento. 


DANIEL FERMÍN |  EL UNIVERSAL

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