Mientras que en algunos lugares no se acostumbra desperdiciar los alimentos, en otros países es vergonzoso salir con una bolsa en la mano.
Los restaurantes españoles tiran a la basura aproximadamente 63 mil toneladas de alimentos cada año. La cifra es más que llamativa, si tomamos en cuenta que viven momentos de crisis y desempleo. La costumbre en el país ibérico es dejar los restos de comida en el plato y casi nunca llevarlos a casa, pese a que no sean considerados desperdicios y tranquilamente puedan comerse en casa.
Alemania y en general toda Europa vive una situación similar, por ello se han implementado una serie de medidas para no desperdiciar más alimentos. Una de ellas, reducir las porciones y la otra, ofrecer cajas o bolsas para llevar los restos de la cena.
El hecho de pedirle al mozo envolver los restos y salir con un paquete del restaurante es incómodo para algunos. Para otros es hasta vergonzoso. Por ejemplo en Argentina y Chile, es muy raro ver salir a una comensal con una bolsa.
“A los chilenos nos gusta aparentar, es un tema de idiosincrasia, por eso no es tan común”, señala Carolina Aguilar en declaraciones a Infobae. “El argentino es más bien europeo: es pudoroso con su exposición social, y no es aceptable salir de ciertos restaurantes de nivel con la bolsita de lo que sobró”, comenta la socióloga Carola Chaparro.
EN PERÚ
¿Cómo es el peruano? ¿Pudoroso? ¿Le gusta aparentar? En general son muy pocas las personas que se llevan los restos de comida a la casa, aunque seguramente se mueren por hacerlo. La socióloga y especialista en comportamiento Carla Salas, comenta que, si lo que queda en el plato está muy manoseado se recomienda no llevarlo. En cambio si la comida está casi entera ¿por qué no?
En todo caso “lo importante es tener personalidad y si uno tiene ganas en llevarse lo que sobró, adelante”, añade en conversación conelcomercio.pe. Si nos encontramos en un entorno familiar, donde hay más confianza, es más común hacer eso. Diferente es si estamos cenando junto a una pareja de amigos, en un restaurante más lujoso. “Ahí definitivamente dejaremos los desperdicios”.
En Estados Unidos y China, es común llevarse los desperdicios, ellos tienen el concepto de que, “como pagaron por sus platos, el contenido les pertenece. Pedir lo que sobró está lejos de ser socialmente condenable, sea en un restaurante lujoso o familiar”.
Sucede que en EE.UU. la caja donde se colocan los desperdicios se le llama doggy bag (“bolsita para el perro”), en una situación que le quita un poco de vergüenza al asunto y hace pensar que la comida es para la mascota, aunque en verdad puede ser también para los dueños.
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